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Ermita Ntra Sña de Altagracia
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A tan solo dos kilómetros del pueblo, sobre la falda de la sierra, se encuentra uno de los parajes de mayor belleza de toda la comarca. A ella se acercan a diario tanto fieles como personas que buscan un rinconcito de tranquilidad. El agua que baja de la sierra sirve para refrescar al caminante y para alimentar las ricas tierras que la rodean. En ellas, abundan árboles y arbustos como el quejigo, el madroño, la zarzamora o el aromático romero, además de productivas huertas, lo que da lugar a una variedad cromática y aromática única para los sentidos.

Debido a los cambios que ha sufrido a lo largo del tiempo, el edificio no puede clasificarse en un estilo arquitectónico único, conservando elementos de distintas épocas. Así encontramos unos robustos contrafuertes románicos que delatan su origen como construcción fortificada. La Capilla Mayor  es de principios del siglo XVI, en la que cabe destacar los frescos de la bóveda realizados aproximadamente en el siglo XVIII, en la que se pueden leer varias inscripciones en los arranques de las nervaduras y en las franjas de los ángeles, escritas en latín.

Según cuenta la leyenda, la Virgen se apareció sobre un álamo a unos labriegos que estaban trabajando en una huerta. La imagen estaba de espaldas al pueblo, en dirección a Almadén, razón por la cual sus vecinos reclamaron también su pertenencia. A pesar de colocar la imagen mirando hacia Siruela, ésta se giraba, así que los vecinos decidieron quitar el Niño Jesús que sostenía entre sus manos y llevarlo al pueblo. Para su sorpresa, al día siguiente el Niño apareció de nuevo con la Virgen, hecho que se repitió hasta en tres ocasiones.

Con la intención de resolver el dilema, los vecinos de Almadén colocaron la imagen sobre una carreta para ver hacia donde querría ir. Sin embargo, la carreta se quedó paralizada, lo que supuso que ambos pueblos acordasen levantar en ese mismo lugar una ermita en su honor, cuyo trono se colocaría sobre el mismo álamo donde se apareció.  Por esta razón, fue construida de espaldas al pueblo del cual es patrona.